sábado, 3 de noviembre de 2012

Punto y aparte


Te quiero. Así terminaba la historia de amor más grande jamás contada. ¿Quién nos iba a decir que se acabaría?. Una historia con momentos inolvidables guardados en nuestro corazón que nos hizo creer que no llegaría a su fin. Y es que todos creemos en ese amor mágico e inolvidable típico de las películas de románticas pero que, si no se cuida, se acaba secando como un geranio al que se te olvidó echarle agua. Es doloroso, pero nuestro corazón acaba poniéndose una venda, intentando disimular; haciendo como que no ha pasado nada, siguiendo su vida todo lo que mejor que sabe. Así que, la mejor opción es que el amor viniese con fecha de caducidad, así sabríamos en que momento se acabaría y no sufriríamos tanto pero quizá, lo bueno es precisamente eso, ya que nos permite soñar con que esta vez, ese amor dure para siempre.

2 comentarios:

  1. Me encanta la parte de lo de la fecha de caducidad... he tenido un deja vu cuando lo he leido. Seguro que sabes a que me refiero. :)

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    1. Ya, lo de la fecha de caducidad se emplea en muchos sitios, pero bueno, me gustó y lo acoplé como buenamente pude.
      Me alegro de que te haya gustado y gracias por el comentario :)

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